- TÍTULO: las lenguas de España
- CURSO: 1 y 2 ESO
- SESIONES: 5
- TAREA FINAL: Lectura e interpretación de un gráfico.
Empezamos
con unas preguntas:
1.
¿Sabes cuántas lenguas oficiales hay en España?
2.
¿Son todas lenguas emparentadas o tienen diferentes orígenes?
3.
¿Cuántas personas hablan cada una de estas lenguas?
4.
¿Siempre ha habido el mismo número de lenguas en la Península
Ibérica?
5.
¿Cuáles son las lenguas que han desaparecido y por qué
desaparecieron?
ORIGEN
DE LA LENGUA ESPAÑOLA
Explicar
cómo se formó el castellano no es tarea fácil, sobre todo porque
es un proceso extenso (que continúa, incluso, en la actualidad) con
aportes de muchas culturas diferentes.
Sin embargo,
es importante conocer esas transformaciones para comprender el
castellano que hablamos hoy en día. Así que, echemos la vista
atrás:
1.
Lenguas prerromanas
Antes
de la llegada de los romanos (y del latín), habitaban la Península
Ibérica multitud de pueblos: vascos, celtas, iberos, tartesos,
griegos... La romanización hizo desaparecer sus lenguas excepto el
vasco. Forman, por tanto, el sustrato de la lengua castellana
aunque apenas quedan restos lingüísticos (solo algunos topónimos)
►
2.
La romanización (a partir del siglo III a.C)
En
el siglo III a.C comenzó la romanización de la Península Ibérica.
Los habitantes de llamada Hispania adoptaron el modo de vida, la
cultura y la religión de los romanos. Y, por supuesto, también su
lengua: el latín (que se convirtió en el idioma oficial).
El
latín tenía dos modalidades:
-
Latín clásico: hablado por las clases sociales con acceso a una
educación superior (sacerdotes, nobles e intelectuales)
-
Latín vulgar: hablado por los comerciantes, los soldados, los
funcionarios y el pueblo. , El latín vulgar, se extendió por
todo el territorio peninsular.
►
3.
Las invasiones bárbaras
Durante
el siglo V, la Península fue invadida y dominada por varios
pueblos germánicos (visigodos, francos, alanos...) que adoptaron el
latín como lengua pero que incorporaron términos de origen
germánico (aún hoy utilizamos algunas como guerra, falda,
jabón...).
Con
la caída del Imperio romano (476 d.C), el latín se fragmentó lo
que favoreció que aparecieran distintas lenguas romances
(principalmente gallego, castellano y catalán).
►
4.
La dominación árabe
El
último rey godo fue derrotado en el 711 y, un año más tarde, los
árabes ya dominaban todo el territorio peninsular. De su lengua, el
árabe, conservamos en el castellano actual (y en las lenguas
romances) multitud de vocabulario (azucena, aceite, aceituna...).
Cabe
destacar que durante el dominio árabe (ocho siglos) el intercambio
cultural fue de una riqueza extraordinaria.
►
5.
La Reconquista
El
latín, evidentemente, no evolucionó igual en todas las zonas de
nuestro país. En algunas tuvo más contacto con otras lenguas que en
otras. Por ello, se formaron diferentes dialectos: gallego,
asturleonés, castellano, navarroaragonés y catalán.
►
6.
El castellano en América
De
la misma manera que los romanos impusieron el latín al conquistar el
territorio, los españoles impusieron el castellano a su llegada a
América. Y, una vez más, nuestro idioma se enriqueció gracias
al contacto con las lenguas indígenas que allí habitaban.
►
7.
¿Y ahora?
Como
he citado al principio, la evolución de la lengua continúa en la
actualidad. Los medios de comunicación, la tecnología o la ciencia
nos hacen incorporar nuevos términos de forma frecuente. Así hoy en
día al hablar utilizamos múltiples italianismos
(capricho), anglicismos (internet) o galicismos (garaje).
El español no está solo, ni está sólo en España
La
situación de nuestra lengua (es decir, el código verbal que
compartimos y que empleamos para comunicarnos tanto oralmente por
escrito), es bastante compleja. Por una parte, el español o
castellano no es la única variedad lingüística de nuestro país:
en él conviven otras tres lenguas y unos cuantos dialectos.
Porque
llamamos lengua a una variedad lingüística compartida y
utilizada por una comunidad de hablantes, pero para tener esa
consideración, la de "lengua", ha de cumplir unos
requisitos, como tener unas normas, tener tradición escrita (es
decir, que no se use solo de forma oral) y emplearse en todos los
ámbitos: en la vida diaria, en la enseñanza, en los medios de
comunicación, en la Justicia, para elaborar leyes, en la
literatura...
Cuando
una lengua presenta variedades en determinadas zonas, pero que no
cumplen los requisitos anteriores hablamos de dialectos. Un
dialecto es la variedad que adopta una lengua en un determinado
territorio (pensad, por ejemplo, en el castellano que se habla en
Andalucía... sí, el andaluz), en el que los hablantes presentan
peculiaridades en cuanto a la pronunciación, la gramática o el
vocabulario. Pero esos mismos hablantes, cuando hacen un uso escrito
de la lengua, lo hacen de acuerdo con las normas de la lengua
compartida con otras zonas. Así, un andaluz en su forma de hablar no
distingue entre "cien" y "sien" (pronuncia
/sien/ en ambos casos), pero cuando escribe sí respeta la diferencia
c/s.
Por
tanto, andaluz, extremeño, murciano y canario son dialectos del
castellano, que es la lengua de sus respectivas comunidades
autónomas.
Como
ya sabéis, el español deriva del latín. El latín que trajeron los
romanos a lo largo de los siglos fue cambiando poco a poco, de forma
diferente según las zonas, y esas variedades, que empezaron siendo
dialectos del latín, se convirtieron, en algunos casos, en lenguas
(cuando empezaron a escribirse con sus propias normas y a utilizarse
en todos los ámbitos). Esto ocurrió con el castellano, pero también
con el gallego (en la zona de Galicia) y el catalán (en la zona de
Cataluña). Esas son las tres lenguas románicas o romances
(es decir, derivadas del latín) presentes en la Península. Junto a
ellas, persiste una lengua de origen desconocido que ya estaba aquí
cuando llegaron los romanos. Es el vasco o euskera, hablado en el
Pais Vasco y puntos de Navarra, de la que decimos que es una
lengua prerrománica.
Nuestra
Constitución reconoce la existencia de estas cuatro lenguas, y
otorga el carácter de lengua oficial al castellano, y de cooficiales
en sus respectivos territorios a las otras tres:
Artículo
3
El
castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los
españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
Las
demás lenguas españolas serán también oficiales en las
respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
La
riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un
patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y
protección.
Cada
una de estas lenguas, a su vez, presenta sus propios dialectos. Así,
el catalán, que se extendió en la Edad Media a Valencia y Baleares
dio lugar con el paso de los siglos a dos dialectos: el valenciano y
el Balear.
Pero
en la Edad Media, al mismo tiempo que a partir del latín se formaron
el castellano, el catalán y el gallego a partir del latín, se
formaron otras dos variedades, una en la zona de Asturias y León, y
otra en la de Navarra y Aragón, que por circunstancias históricas
no llegaron a ser lenguas: no pudieron adquirir tradición escrita ni
normas, quedando relegados al uso oral y familiar, porque en esos
territorios se impuso como lengua oficial y escrita, sobre todo desde
finales de la Edad Media, el castellano. Por eso tenemos que
considerarlas dialectos, y no lenguas. Pero ojo: no son dialectos del
castellano, son dialectos del latín que no llegaron a lenguas, y se
les denomina "dialectos históricos". Son el astur-leonés
(al que también se denomina asturiano o bable) y el navarro-aragonés
(al que también se denomina fabla y que persiste, sobre todo, en los
valles pirenaicos)..
Y
aparte de esto, como España fue el país que descubrió América y
colonizó gran parte del nuevo continente, hoy el español es también
la lengua oficial de la mayor parte de América Central y del Sur. Y
se habla además en puntos de África y Asia. En estos territorios,
claro, también presenta variedades dialectales. La más importante,
el denominado español de América, que es en realidad un conjunto de
dialectos del español bastante diferentes entre sí: el cubano, el
colombiano, el mexicano, el argentino, el venezolano, etc. Porque son
casi 500 millones las personas que hoy hablamos castellano o español
por todo el mundo, y sería mucho pedir que todos lo hiciéramos
igual...
Distingamos
ahora entre lenguaje, lengua y habla
Las
diferencias entre lenguaje, lengua y habla son muy importantes a la
hora de adentrarnos en el estudio del lenguaje y de la lingüística.
Vamos a intentar dar unas definiciones básicas que nos permitan
discernir unos conceptos de otros.
Podemos
entender el lenguaje como la capacidad de poder establecer
comunicación mediante signos, ya sean orales o escritos. De esta
manera, el lenguaje presenta muchísimas manifestaciones distintas en
las diversas comunidades que existen en nuestro planeta. Estas
manifestaciones son lo que conocemos por lenguas o idiomas, como el
español, el inglés, el francés o el alemán. No sería correcto
hablar, por tanto, de “lenguaje español” o de “lenguaje
francés”. Es importante saber emplear los términos con la
precisión que merecen.
Por
otro lado, la lengua es, como hemos dicho, un sistema de signos que
los hablantes aprenden y retienen en su memoria. Es un código, un
código que conoce cada hablante, y que utiliza cada vez que lo
necesita (que suele ser muy a menudo). Este código es muy importante
para el normal desarrollo de la comunicación entre las personas,
pues el hecho de que todos los hablantes de una lengua lo conozcan es
lo que hace que se puedan comunicar entre sí.
Entonces
¿qué es el habla? Es la plasmación de lo anterior, la recreación
de ese modelo que conoce toda la comunidad lingüística. Es un acto
singular, por el cual una persona, de forma individual y voluntaria,
cifra un mensaje concreto, eligiendo para ello el código, los signos
y las reglas que necesita. Dicho de otra manera, es el acto por el
cual el hablante, ya sea a través de la fonación (emisión de
sonidos) o de la escritura, utiliza la lengua para establecer un acto
de comunicación.
Entre
la lengua y el habla se establece una especie de estrato intermedio
que los lingüistas entienden como norma. La norma es lo que nos
impide emplear algunas formas lingüísticas que, ateniéndonos a la
lógica de la lengua, podrían ser correctas. Ocurre cuando un niño
dice andé, en lugar de anduve, de la misma manera que diría jugué,
miré o canté. Este tipo de normas tiene origen histórico y, así
consideradas, no constituyen ninguna irregularidad. La norma impone
desvíos en determinados aspectos de la lengua que todos aceptamos,
pero el hablante no tiene por qué conocerlos en un principio y por
eso es tan común que, entre los que están aprendiendo, surjan este
tipo de errores.
Tu
tarea:
Fíjate
en la ilustración y redacta un pequeño texto en el que cuentes esa
información,
LEEMOS UN CUENTO:
"El dueño de la luna"
En tiempos muy
antiguos, la ciudad de Huma estaba dominada por el tirano Kum, de una
fuerza excepcional, rico y cruel. Huma había conocido otros tiranos,
pero ninguno dotado de una fantasía tan perversa.
Una mañana, Kum
mandó llamar a su Primer Consejero, un tal Men.
–¿Quién soy yo?
–preguntó Kum a Men, con voz amenazadora.
–Vos sois nuestro
señor y dueño.
–Bien dicho –rugió
Kum–. Y si hubieras contestado de otra manera, habría mandado
cortarte la cabeza. Y, ahora, dime: ¿quién es el dueño de Huma?
–Vos sois el dueño
de la ciudad y de todos los ciudadanos. Hasta el último cabello que
nos crece en la cabellera os pertenece.
La respuesta había
puesto de buen humor al tirano, que prosiguió así:
–Escucha. Todo es
mío, lo sé y todos lo saben. Pero eso no me basta. Mía es la
tierra y los campesinos me pagan el arrendamiento. Míos son el
hierro y el acero. Son mías las calles y la gente tiene que pagar un
impuesto para poder caminar por ellas. Mía es el agua y mis fieles
súbditos me la pagan en dinero contante y sonante.
Pero aún hay muchas
cosas que son mías, óyelo bien, mías y de nadie más, de las
cuales el pueblo dispone a su antojo, estafando a su dueño que soy
yo. Mío es el aire y todo el mundo lo respira a placer. Mío es el
Sol y los campesinos utilizan gratis sus rayos para hacer crecer el
trigo y secar el heno. Mía es la Luna y la gente pasea por la noche
a lo largo del río, bajo su luz. Esa es la verdad. Vosotros recibís
la luz de la Luna. Vosotros la consumís todos los días. ¿Qué haré
yo cuando La luna se haya gastado por completo?
El pobre Men ni
siquiera se esforzó en imaginar lo que ocurriría en semejante caso.
Pero, como no tenía nada de estúpido, comprendió adónde quería
ir a parar el tirano con su discurso, y se apresuró a adelantarse.
–Amabilísimo
señor –susurró–, perdonadme por tanta distracción. Debería
haber pensado en ello hace mucho tiempo. ¿Por qué no establecemos
un impuesto sobre el consumo de la Luna? Una pequeña tasa…
–¿Por qué
pequeña? –tronó Kum.
–No quería decir
pequeña, señor. ¿He dicho pequeña? Me cortaré la lengua como
castigo. Una fuerte tasa, quería decir. Una moneda de plata por cada
rayo.
–¡Dos! –gritó
Kum–. ¡Dos monedas de plata! Y pronto. Empezaremos esta misma
noche. Da inmediatamente las órdenes pertinentes.
Para cobrarlo, el
Primer Consejero instituyó un cuerpo de policía especial, llamado
la "Guardia de la Luna", que vestía con un uniforme todo
negro, con una luna pintada sobre el pecho.
Llegó la noche y
apareció la Luna. La gente caminaba con la cabeza baja para no
mirarla, cosa que enrabió a los guardias.
Durante aquella
primera noche, cayeron los forasteros, los viajeros de paso, que no
conocían las leyes del señor Kum. Pero la voz se difundió muy
pronto y las noches siguientes, incluso los forasteros, al pasear por
la ciudad de Huma, bajaron la cabeza.
El señor Kum mandó
llamar al Primer Consejero Men.
–¡Ordena a todos
los ciudadanos que caminen con la cabeza alta! –chilló–. Todo
aquel que camine con la cabeza baja pagará una multa.
Aquella noche, todos
los ciudadanos de Huma salieron a la calle con gafas negras de sol.
Con la cabeza alta, como había ordenado el señor Kum. Los Guardias
se restregaron las manos y sacaron las libretas de los bolsillos.
–Esta vez no lo
conseguiréis. Venga, dadnos las monedas de plata.
–¿Por qué?
–¿Cómo que por
qué? ¿No estáis mirando la Luna? ¿Y de quién es la Luna?
–Del excelentísimo
señor Kum, eso ni siquiera se pone en duda. Pero nosotros no la
vemos, a causa de estas gafas negras. Y si no la vemos, no la
consumimos. Por lo tanto, ¿por qué tenemos que pagar la tasa?
Los Guardias de la
Luna querían comerse los dedos de rabia, pero el señor Kum todavía
no había prohibido llevar gafas negras.
Tan grande fue el
despecho del tirano, que enfermó y murió. En su lecho de muerte
ordenó al Primer Consejero Men:
–Quiero que mi
Luna sea enterrada conmigo, en mi misma tumba.
–Así se hará
–prometió Men.
Pero no se hizo,
¡claro que no! La Luna aún está en el cielo. La Luna es de todos,
como el aire, como el Sol, como el mar, como la calle. Todavía hay
muchos señores Kum que pretenden ser los dueños de la Luna. Cuando
os encontréis con uno, preguntadle de mi parte:
–¿Se encuentra
bien, señor Kum?
ACTIVIDADES SOBRE
LA LECTURA.
1. Resume el
argumento del relato.
2.-¿Qué
personajes intervienen? Descríbelos y clasifícalos (protagonista,
antagonista, secundarios)
3.- ¿Cuál es
el espacio en que se desarrolla la narración?
4.-Analiza el
tiempo del relato: ¿En qué época sucede? ¿Cuánto duran los
hechos? ¿Cómo es el ritmo? ¿Qué orden sigue?
5.- ¿Qué tipo
de narrador cuenta la historia? Justifica tu respuesta.
6.- Analiza la
estructura de la narración: señala el planteamiento, el nudo y el
desenlace, indicando brevemente lo que se cuenta en cada parte..
(Ej.
Planteamiento: desde “.....” hasta “......”....)
7.-Busca algún
ejemplo de descripción (aunque sea breve)
8.- ¿Qué tipo
de diálogo predomina? Pon un ejemplo.
9.- Explica las
palabras finales del relato (¿Quiénes pueden ser “el señor
Kun”? )
A CONTAR UN
CUENTO
Los cuentos
infantiles, de hadas y encantamientos, siguen dando mucho, mucho
juego. Porque no es casualidad que hayan calado en lectores (y
oyentes) durante siglos y siglos. Y siguen calando como la versión
de La Cenicienta que Roal Dahl incluye en sus "Cuentos en verso
para niños perversos", en los que versiona muy libremente un
puñado de los relatos tradicionales infantiles más conocidos.
Y algo así es lo
que os propongo como siguiente actividad (obligatoria) : actualizar
un cuento tradicional, es decir, situar su argumento en la
actualidad. Por ejemplo, Caperucita (a la que, por supuesto, podéis
cambiar el nombre y sustituir su caperuza por, qué sé yo, una
cazadora de cuero rojo) ya no cruza el bosque, sino la ciudad, y el
lobo es... O el Príncipe Azul por el que suspira una pobre cajera
del súper, que vive con su madrastra y hermanastras, que son pijas
y la tratan como a la criada, es hoy por hoy una estrella del
rock...
Bueno, a vosotros os
toca imaginar cómo sucedería el argumento de un cuento infantil en
nuestro mundo actual, cómo serían sus personajes, sus detalles y su
final. Eso sí, como cualquier escritor, tenéis libertad para
cambiar lo que queráis de ese argumento: se trata de que escribáis
un buen relato situado en la actualidad y en el que podamos reconocer
personajes y situaciones de un cuento tradicional.
Os recuerdo algunos,
por si la memoria os falla: Caperucita Roja, Blancanieves y los Siete
Enanitos, Cenicienta, la Bella Durmiente, Pulgarcito, el Gato con
Botas, el Flautista de Hamelín, los Siete Cabritillos, la Casita de
Chocolate, el Patito Feo, el Traje Nuevo del Emperador, Pinocho,
Ricitos de Oro, la Ratita Presumida,la Bella y la Bestia... y
cualquier otro que se os ocurra...
Procurad hacer un
relato vivo y expresivo, describiendo lo que sea necesario, e
incluyendo diálogos, ahora que ya sabemos cómo representarlos
(en estilo directo o indirecto).
Además, después
de hecha y revisada la primera redacción elegiréis qué palabras
del texto queréis suprimir para sustituirla cada vez que aparezca
por un dibujo, así vuestro cuento será mucho más especial.
Os pediré vuestros
relatos ... Así que ya sabéis, en papel aparte, por si las
moscas...
Y
colorín, colorado, la pelota está ahora en vuestro tejado.
Uso de la G, J, GU y GÜ
El
sonido G suave con A, O, U, se escribe GA, GO, GU y con E, I, se
escribe GUE, GUI. Ejemplos: goma, galleta, guapa, Miguel, guitarra,
gorro, guerra.
El
sonido J fuerte, con A, O, U se escribe JA, JO, JU y con E, I se
puede escribir G o J. Ejemplos: caja, rojo, Juan, gemelo, gitano,
jefe y jirafa.
Cuando
la G y la U han de tener sonido independiente ante E, I es forzoso
que la U lleve diéresis. Ejemplos: antigüedad, desagüe, vergüenza
y cigüeña.
Se
escriben con G las palabras que tienen ese sonido de G suave ante una
consonante. Ejemplos: grito, gladiador, globo, gracioso, gnomo y
maligno.
Se
escriben con g:
Los
verbos terminados en -IGERAR, -GER y -GIR, como aligerar, coger y
fingir. Excepciones: tejer y crujir.
Llevan
G las palabras que empiezan por GEO- (tierra). Ejemplos:
geografía, geometría y geología.
Las
palabras que empiezan por in,, como: indígena –
ingeniero,. menos: injerto – injertar
Las
palabras que terminan en -GÉLICO, -GENARIO, -GÉNEO, -GÉNICO,
-GENIO, -GÉNITO,-GESIMAL, -GÉSIMO y -GÉTICO: angélico e
ingenio.
Las
palabras que empiezan por gen,como: genio – gente., menos:
Jenaro - - jengibre,
Las
palabras que terminan en gen - gente, como: imagen - urgente.
Las palabras que empiezan por aje - eje,como: ajedrez, ejercer., menos: agencia, agenda, agente,
Las palabras que terminan en aje - eje, como: coraje, hereje, menos: protege,
Las palabras que terminan en jero - jera – jeria, como relojero, cajera, relojería, menos: aligero-flamígero-belígero-ligero.
Las palabras que terminan en jear, como: canjear - cojear.
Llevan
J las formas de los verbos que no tienen G ni J en el infinitivo.
Ejemplos: de decir, dije, dijeron; de traer, trajimos, trajeron
ACTIVIDADES
Abe_a A_enda
Diri_ir An_ina
Morfolo_ía A_ente
Ca_a Co_ín
Cora_e Anal_ésico
.- ¿Qué significan las palabras que empiezan por geo-? Haz una lista de todas las que conozcas.
- Escribe oraciones con verbos acabados en –ger y en –gir y palabras terminadas en –aje.
.- Escribe las oraciones colocando "g" o "j" en su lugar correspondiente.
_u_ando con el _ato me rompió las _afas.
Al _usano de seda le _usta la ho_a de morera.
El a_ua _oteaba encima de una _oma.
Co_imos en el huerto _uindas, _uindillas y _uisantes.
Tuvimos que _irar para evitar un campo de _irasoles.
Es una ver_üenza que no haya un para_üero para el para_uas.
De noche, ante la ho_uera, solo se oía el canto de los _rillos.
Escribe las palabras que corresponden a las definiciones.
Local dedicado a la práctica de la Educación Física: g
Lo son aquellos productos que no dañan la naturaleza: e
Que es imposible de leer: i
Estoy helado de frío, estoy...: c
Tienda en la que se venden productos de limpieza, pinturas, etc.: d
Torcedura dolorosa de una articiulación: e
Parte de las Matemáticas: á
Alguno, cualquiera...: a
Es natural, es normal, es evidente, es...: l
Limpio, sano: h
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