UNIDAD
DIDÁCTICA 9
Recursos
Los
alumnos seleccionarán la información de distintos enlaces
propuestos:
Activa
y participativa, que facilite el aprendizaje tanto individual como
colectivo y que facilite la adquisición de las competencias
básicas.Se fomentará el uso de las TIC .
Secuenciación
Tras
una explicación teórica del profesor( visionado del
documental:https://www.youtube.com/watch?v=d-oZq7PUid0)
que acerque el tema motivando lo más posible a los alumnos,
dejaremos que elijan los puntos que quieren trabajar:
1
Contexto
2
Características del Modernismo
3
Características de la Generación del 98
3
Principales autores…
Buscarán
información en los enlaces señalados y tras recopilar la
información realizarán un power point
Puesta
en común del trabajo.Temporización
2
o 3 semanas, dependerá de la profundización que exijamos o del
interés que aparezca en los alumnos.
Evaluación
del proceso de aprendizaje
Se
evaluará la búsqueda de la información, el trabajo en equipo, el
resultado de las actividades propuestas y su puesta en común.
Para
ello los propios alumnos se autoevaluarán y opinarán sobre el
trabajo de sus compañeros.
El
profesor tendrá en cuenta las opiniones de los alumnos y evaluará
el trabajo individual mediante la observación del trabajo diario en
el aula y el resultado del trabajo en común, teniendo en cuenta la
expresión oral, la originalidad, la puesta en escena…
CUESTIONES
PREVIAS. Para realizarlas en parejas.
1 ¿Qué rasgos creeis que
compartís tú y tus amigos que os hagan pertenecer a la misma
generación?
2 Si tuviérais que elegir
tres valores importantes de conducta ¿Cuáles eligiríais?
3 Elegid una figura que
destacaríais como un modelo de vida a seguir.
4
¿Qué os diferencia de la generación de vuestros padres?
5 ¿Qué significa la
expresión “más se perdió en Cuba”?
PRESENTACIÓN
DE LA TAREA:
Vais a conocer a un grupo de
escritores que se enfrentaron a un cambio de siglo. Con ellos
entramos en el siglo XX. Os propongo que entréis en ese trocito de
nuestra historia a través de los enlaces que os he dejado más
arriba y después preparéis una exposición.
Lla finalidad de este trabajo
es, además de profundizar en esta época, ser capaces de trabajar
de forma colaborativa con los compañeros, tomar decisiones en
conjunto, saber resolver los conflictos o problemas que se os
planteen a lo largo del trabajo, y ser capaces de mostrar de una
manera clara, original y creativa vuestro trabajo. Podéis elegir
distintas formas de presentación:
1.
Crea un vídeo informativo con formato televisivo (documental,
entrevista,, concurso, etc.) que refleje las principales
características del Modernismo y la Generación del 98 así como el
estudio de sus máximos representantes. No olvidéis que previamente
deberéis:
-
Realizar un esquema o guión con los contenidos que tendrá vuestro
formato
-
Repartir las tareas que va a realizar cada miembro del grupo
-
Escoger y/o grabar imágenes (también podéis participar vosotros
mismos y adoptar los distintos papeles en el vídeo: presentador,
narrador, experto en el debate o la entrevista, concursante, etc).
-
Editar el vídeo uniendo imágenes, música, audio, etc.
-
Cada formato televisivo tiene unas características y un lenguaje
propio: si se trata de un documental deberá haber un narrador en
off, distintas imágenes, etc.; en un concurso aparecerán varios
concursantes y un presentador , etc.
2
Crea una exposición
de fotografías que plasmen
visualmente las principales características modernistas y
noventayochistas.
No olvides que.-como en toda
exposición, deberán ir acompañadas de una breve descripción a
modo de pie de página. A través de las imágenes debéis explicar
al resto de la clase los contenidos.
- Es importante la calidad de
las fotografías y el gusto estético
3. Elabora un power point o
un prezzi.
BLOQUES
DE INVESTIGACIÓN
Introducción
Contexto histórico y social (común para todos los grupos)
Título.
Nombres de los participantes. Curso
Bloque
del Modernismo
1 Modernismo:
Origen y definición .
2 Modernismo:
características
3 Modernismo:
temas
4 Modernismo:
estilo
6 Comentario
del poema Sonatina de Rubén Darío. Análisis de sus rasgos
modernistas.
Bloque
sobre el 98
1 Generación
del 98: La crisis de fin de siglo:contexto histórico-social.
2 Generación
del 98: nómina de autores
3 Generación
del 98: ¿es una generación?
4 Generación
del 98: características, estilo,
5 Ceneración
del 98 temas
6 Generación
del 98 frente al Modernismo
Bloque
de autores
1 Rubén
Darío y análisis del poema Lo Fatal La vertiente existencial del
Modernismo.
2 Antonio
Machado y el poema Palacio buen amigo.
3 Unamuno
y lectura dramatizada del texto que aparece en el anexo.
4 Azorín
explicación del autor y lectura y análisis del texto que aparece en
el anexo poniéndolo en relación con la España actual-
5 Pío
Baroja y análisis y lectura dramatizada del texto que aparece en el
anexo.
6 Valle
Inclán y la técnica del esperpento. Rasgos principales.
La
clase debe dividirse en 6 gupos, la introducción es
común para todos, después cada grupo debe elegir un punto de
cada bloque para investigar y llevar a cabo su tarea.
Después de cada exposición cada grupo hará un
esquema-resumen de su trabajo en la pizarra.
ANEXO
Un
fragmento de Niebla. De Miguel de Unamuno.
––“¡No, no te muevas!
––le ordené.
––Es que... es que...
––balbuceó.
––Es que tú no puedes
suicidarte, aunque lo quieras.
––¿Cómo? ––exclamó
al verse de tal modo negado y contradicho.
––Sí. Para que uno se
pueda matar a sí mismo, ¿qué es menester? ––le pregunté.
––Que tenga valor para
hacerlo ––me contestó.
––No ––le dije––,
¡que esté vivo!
––¡Desde luego!
––¡Y tú no estás vivo!
––¿Cómo que no estoy
vivo?, ¿es que me he muerto? ––y empezó, sin darse clara
cuenta de lo que hacía, a palparse a sí mismo.
––¡No, hombre, no! ––le
repliqué––. Te dije antes que no estabas ni despierto ni
dormido, y ahora te digo que no estás ni muerto ni vivo.
––¡Acabe usted de
explicarse de una vez, por Dios!, ¡acabe de explicarse! ––me
suplicó consternado––, porque son tales las cosas que estoy
viendo y oyendo esta tarde, que temo volverme loco.
––Pues bien; la verdad es,
querido Augusto ––le dije con la más dulce de mis voces––,
que no puedes matarte porque no estás vivo, y que no estás vivo, ni
tampoco muerto, porque no existes...
––¿Cómo que no existo?
––––exclamó.
––No, no existes más que
como ente de ficción; no eres, pobre Augusto, más que un producto
de mi fantasía y de las de aquellos de mis lectores que lean el
relato que de tus fingidas venturas y malandanzas he escrito yo; tú
no eres más que un personaje de novela, o de nivola, o como quieras
llamarle. Ya sabes, pues, tu secreto.
Al oír esto quedóse el pobre
hombre mirándome un rato con una de esas miradas perforadoras que
parecen atravesar la mira a ir más allá, miró luego un momento a
mi retrato al óleo que preside a mis libros, le volvió el color y
el aliento, fue recobrándose, se hizo dueño de sí, apoyó los
codos en mi camilla, a que estaba arrimado frente a mí y, la cara en
las palmas de las manos y mirándome con una sonrisa en los ojos, me
dijo lentamente:
––Mire usted bien, don
Miguel... no sea que esté usted equivocado y que ocurra precisamente
todo lo contrario de lo que usted se cree y me dice.
––Y ¿qué es lo
contrario? ––le pregunté alarmado de verle recobrar vida propia.
––No sea, mi querido don
Miguel ––añadió––, que sea usted y no yo el ente de
ficción, el que no existe en realidad, ni vivo, ni muerto... No sea
que usted no pase de ser un pretexto para que mi historia llegue al
mundo...”
Prohibir
De Azorín
En España, el vocablo mandar
ha sido siempre sinónimo de prohibir: nuestra política secular
puede resumirse en las prohibi- ciones y en las expulsiones. Hemos
expulsado a los moriscos y a los judíos; sabios economistas (como
Fernández Navarrete en su
Conservación de monarquías 1
, «Discurso VII») han llegado a aconsejar que se lanzase también
fuera de España a los gitanos, a los irlandeses y a los extranjeros
de toda suerte. No hemos ido tan lejos por esa vía; mas el éxodo
forzado de los moriscos no es una empresa despreciable. Algo más,
sin embargo, hemos hecho en el capítulo de las prohibiciones. Un
español que no prohíba algo, bien en su casa, bien en un Consejo o
bien en esferas más altas de la burocracia, no es un español
castizo. La tradición está bien clara. ¿Será preciso recordar las
numerosas pragmáticas, ordenamientos y leyes que sobre materias
suntuarias han promul- gado nuestros reyes? En los siglos pasados, un
habitante de España no podía vestir a su talante, ni poseer tales o
cuales muebles de su gusto, ni tener tantos o más cuanto criados, ni
andar en coche de esta o de la otra forma. En 1623, Felipe IV prohíbe
«el uso del oro y
plata, en tela y guarnición,
dentro y fuera de casa», como también el que los hombres puedan
traer «ferreruelos , bohemios , ni balandranes de seda, sino tan
solamente de paños o raja ». El mismo monarca, en 1639 —día 13
de abril, es justo consignarlo—,
manda también que «ningún
hombre pueda traer capote o jau- lillo , ni guedejas con crespo u
otro rizo, el cual no pueda pasar de la oreja; y los barberos que
hicieran cualquiera de las cosas susodichas, por la primera vez,
caigan o incurran en penas de
veinte mil maravedís y diez
días de cárcel, y por la segunda vez, la dicha pena doblada y
cuatro años de destierro».
A ZORÍN «Lo castizo»,
en Los pueblos.
Un
fragmento de El árbol de la ciencia de Pío Baroja.
— (…) Lo que hace a la
sociedad malvada es el egoísmo del hombre, y el egoísmo es algo
natural, es una necesidad de la vida. ¿Es que supones que el hombre
de hoy es menos egoísta y cruel que el de ayer? Pues te engañas.
¡Si nos dejaran!; el cazador que persigue zorras y conejos cazaría
hombres si pudiera. (…) ¿Es que tú crees que el egoísmo va a
desaparecer? Desaparecería la Humanidad. ¿Es que supones, como
algunos sociólogos ingleses y los anarquistas, que se identificará
el amor de uno mismo con el amor de los demás?
—No; yo supongo que hay
formas de agrupación social, unas mejores que otras, y que se deben
ir dejando las malas y tomando las buenas.
—Esto me parece muy vago. A
una colectividad no se la moverá jamás diciéndole: Puede haber una
forma social mejor. Es como si a una mujer se le dijera: Si nos
unimos, quizá vivamos de una manera soportable. No; a la mujer y a
la colectividad hay que prometerles el paraíso; (…) En todas
partes y en todas épocas los conductores de hombres son prometedores
de paraísos.
—Sí, quizá; pero alguna
vez tenemos que dejar de ser niños; alguna vez tenemos que mirar a
nuestro alrededor con serenidad. ¡Cuántos terrores no nos ha
quitado de encima el análisis! Ya no hay monstruos en el seno de la
noche, ya nadie nos acecha. Con nuestras fuerzas vamos siendo dueños
del mundo.
(Pío Baroja, El árbol
de la ciencia)
RÚBRICA
PARA EVALUAR EL TRABAJO
MODERNISMO Y 98 | SÍ (10-8) | NO SIEMPRE (7-5) | NO (4-1) |
La presentación del trabajo es correcta. | |||
El contenido del trabajo es completo, claro y bien estructurado. | |||
La exposición oral es clara y ordenada. | |||
El esquema-resumen recoge la información esencial | |||
Han trabajado todos los miembros del grupo. |
¡¡¡Aquí os dejo unos
apuntes del tema por si … alguien ha perdido la conexión!!!
La
"Generación del 98" y el Modernismo son dos corrientes
coetáneas en España. Si bien los escritores del 98 se decantan más
por la novela y el ensayo como géneros y por temas más morales,
sociales o filosóficos, unos y otros coinciden en bastantes e
importantes aspectos:
- Necesidad de regeneración nacional, superando de forma definitiva la España de la "Restauración" y asumiendo el fracaso de la burguesía en tal empresa.
- Procedencia social burguesa de los escritores.
- Necesidad de superar el realismo, como modelo estético dominante desde los últimos decenios del s. XIX, mediante la subjetividad, el irracionalismo, etc.
- Desprecio del parlamentarismo como fórmula política típicamente burguesa en las sociedades occidentales.
- Reivindicación de la libertad total para el artista y la concepción de sí mismo como alguien superior a los demás.
En definitiva, pues, 98 y
Modernismo no son más que dos expresiones simultáneas de la crisis
interna de la burguesía como clase social y de su ideología. Son
dos formas diferentes de superación del realismo estético y del
positivismo filosófico: dos caminos paralelos de ruptura con el
sistema burgués, dos síntomas de una misma crisis, no sólo
española sino occidental.
El Modernismo
El Modernismo es un movimiento
literario que busca la renovación artística y que da gran
importancia al cuidado de los aspectos formales. Los modernistas son
partidarios del "arte por el arte" y se evaden de los
problemas del hombre. Se inspira en dos movimientos franceses del
siglo XIX: el Parnasianismo y el Simbolismo.
El Parnasianismo es un
movimiento iniciado por T. Gautier que pretende conseguir la "obra
bien hecha". Es una tendencia formalista, partidaria del
arte por el arte, con gran uso de los recursos formales. Tratan sobre
temas clásicos y exóticos.
El Simbolismo pretende
encontrar la realidad que se esconde tras las apariencias; para ello
hay que crear un lenguaje nuevo, mediante el uso de símbolos,
que cree una poesía de corte intimista. Para los simbolistas la
poesía es el arte de la sugerencia. Los principales simbolistas
fueron Baudelaire, Verlaine y Mallarmé.
Características del
modernismp
- Exaltación de la belleza formal y reivindicación de la forma como único valor artístico.
- Creencia de que el artista es alguien superior al resto de las personas (herencia romántica).
- Ruptura frontal con el realismo burgués y todas sus manifestaciones artísticas. El arte no sirve para conocer y cambiar el mundo, sino para crear otros mundos mejores y más bellos.
- Valoración de la musicalidad en poesía, lo que les lleva a concebir este tipo de literatura como ritmo. En ese sentido los modernistas fueron revolucionarios respecto a la tradición poética hispana, introduciendo los versos de 12 y 14 sílabas; combinaciones estróficas extrañas; uso de los "pies" de la poesía clásica greco-latina, las rimas internas; el hipérbaton con finalidad rítmica; etc. (todo ello, de procedencia parnasiana).
- Cosmopolitismo y esteticismo en cuanto a los temas: lo extraño, lo exótico, lo elegante, lo gratuito, lo mitológico (ya sea de la antigüedad clásica como de la Edad Media), lo decadente, lo extravagante, lo erótico. En general, se reivindica todo aquello que posee una personalidad propia muy marcada y lo que contrasta con la mediocridad del mundo burgués.
- Uso de un léxico cultista, simbólico y sugerente, alejado de los registros coloquiales.
- Sintaxis forzada, muchas veces de resonancia greco-latina.
- Los principales representantes de este movimiento son, en Hispanoamérica: José Martí y Rubén Darío.
En España: Salvador Rueda,
Manuel Machado, Antonio Machado (1ª etapa), Juan Ramón Jiménez (2ª
etapa) y Valle-Inclán (1ª etapa).
El máximo representante del
Modernismo fue Rubén Darío.
Rubén Darío (1867-1916).
Nació en Metapa (Nicaragua). Su verdadero nombre era Félix
Rubén García Sarmiento. Poeta precoz, su vida transcurrió entre el
periodismo y la literatura. Hombre cosmopolita y amante del placer,
sus viajes lo convirtieron en difusor del modernismo. En 1893
viajó a Chile y a Buenos Aires, donde trabajó en los periódicos
La Nación y La Prensa y en la revista El Mercurio de América.
Llegó a Madrid en 1899; allí
conoció a Villaespesa, Valle-lnclán y Juan Ramón Jiménez. Al
año siguiente se trasladó a París. Volvió a España en 1908, como
ministro de su país. Debido a la crisis nicaragüense, se marchó de
nuevo a París. A partir de 1912 viajó por Suramérica y Europa.
Murió en León (Nicaragua).
Destacamos
del poeta nicaragüense obras como Azul, Prosas profanas o Cantos de
vida y esperanza.
En
1888 se publica Azul., que incluye cuentos breves («El rey burgués»,
«La ninfa», «El rubí», «El velo de la reina Mab»...) y unos
pocos poemas. El libro, producto de la lectura de la poesía
francesa, crea un mundo de hadas, princesas, centauros, cisnes y
fuentes. El léxico poblado de objetos exóticos, la exquisitez
aristocrática, el culto parnasiano de «el arte por el arte»,
implican un rechazo de la realidad burguesa, en la que Darío no
quiere integrarse.
En
1896, Rubén Darío publicó en Buenos Aires Prosas profanas, libro
que deslumbró tanto por sus innovaciones métricas como verbales.
Por un lado, Prosas profanas continúa la línea de evasión
aristocrática de la realidad, y por otro, retoma la preocupación
social de la primera época. En sus versos, Darío cuestiona qué es
el arte, el placer, el amor, el tiempo, la vida, la muerte, la
religión, la creación poética... El tema por excelencia de Prosas
profanas es el del placer erótico, que no excluye el sacrificio y la
pena. En este poemario, la imagen femenina adquiere diversas formas
de la naturaleza: tigre, paloma, yedra, mar, colina...
En
1905 se publica en Madrid Cantos de vida y esperanza, que suma nuevos
temas a los de libros anteriores. En esta obra, Darío manifiesta una
expresión más sobria, aunque no elimina palabras brillantes ni
innovaciones métricas.
La Generación del 98
A finales del siglo XIX España
vive una grave crisis general: el sistema político (turnismo;
conservadores y progresistas) no funciona; se acrecientan los
desfases sociales (proletarios y campesinos frente a alta burguesía);
comienzan a surgir los primeros conflictos sociales violentos... y
los Regeneracionistas Joaquín Costa y F. Giner de los Ríos,
con la Institución Libre de Enseñanzahabían propugnado una serie
de medidas concretas para solucionar los problemas del país.
Todo se agudiza con la
independencia, en 1898, tras varios años de guerra, de Cuba y
Filipinas, últimas colonias de ultramar de España. El "desastre"
provoca cuantiosas pérdidas económicas y humanas. Surge también
entonces un grupo de escritores preocupados por los problemas del
país, por el tema de España": Son los hombres de la Generación
del 98, un grupo de escritores que se esfuerzan por intervenir en el
adecentamiento de la vida pública, mostrando las miserias y lacras
de la sociedad española.
En estos autores se pueden
observar unas inquietudes comunes: les preocupan los temas religiosos
y existenciales (influencia de los filósofos Nietzsche y
Schopenhauer) y, sobre todo, el "tema de España":
descubrir la esencia de lo español, la clave de sus problemas, desde
un punto de vista subjetivo. Su paisaje preferido será el de
Castilla, reflejo de las angustias y esperanzas individuales. Pero en
los primeros autores del grupo se ve una evolución hacia posturas
más conservadoras en su madurez, mientras que Machado y Valle-Inclán
tienen una evolución opuesta.
Los temas que
predominan son religiosos y existenciales: El Existencialismo,
como corriente filosófica, surge en el siglo XX, pero cuenta con
importantes precedentes ya a finales del siglo XIX (Schopenhaur,
Nietzsche, Kierkegaard). Y la angustia, el pesimismo y
la preocupación por los problemas del hombre han sido temas vitales
para algunos de nuestros mejores escritores: La angustia existencial
les lleva a plantearse problemas religiosos; la crisis social,
económica y científica que se produce a finales del siglo XIX da
lugar a nuevas filosofías que reniegan de la razón.
Además, el tema de España
es uno de los favoritos de los miembros del 98, que ven en Castilla
la esencia del alma española, atraídos por su austeridad y su
capacidad para sugerir algo más de lo que captan los sentidos.
Características
- Defensa de una regeneración social y artística de una España en profunda crisis que queda simbolizada en el desastre colonial del año 98 (del cual toma su nombre). En esa crisis española ven un motivo para hacer una "examen de conciencia" nacional que permita al país superar su decadencia. En ese sentido, el "problema de España" es el gran tema de fondo del 98.
- Perspectiva unificadora de la España del momento. Castilla se convierte en símbolo del país (espiritualidad, austeridad, energía).
- Rechazo frontal hacia la clase social burguesa, a la que, paradójicamente, pertenecen la mayoría de ellos. En la burguesía ven una capa social definitivamente derrotada y marginada en el presente, como consecuencia de su fracaso por acceder al poder en España desde el s. XIX.
- Ideas totalmente anti-realistas en literatura, introduciendo al mismo tiempo elementos subjetivos de tipo irracional en sus ideas políticas y en sus obras literarias.
- Influencia de las corrientes filosóficas europeas del momento: el irracionalismo, el vitalismo y un existencialismo embrionario (Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche, Bergson). La otra influencia común es la de los "regeneracionistas" españoles del s. XIX (el krausismo, Giner de los Ríos y la "Institución Libre de Enseñanza", Joaquín Costa) que ya entonces manifestaron la necesidad de regenerar España.
- Propuesta de soluciones de tipo individualista, subjetivo e idealista a una problemática como la española que, en definitiva era material (económica, social, militar, laboral) y colectiva.
- Deseo de influir en la sociedad española de la época.
- Reivindicación del ensayo como nueva forma o género literario, junto al gusto por el lenguaje tradicional.
Pertenecen al Grupo del 98
Unamuno (el "líder"), Azorín, Baroja y Maeztu
(el llamado "grupo de los tres", que se dan a
conocer a partir de 1901). Además podemos incluir a Valle-Inclán
y a Antonio Machado, aunque con reservas, ya que siguen una
evolución ideológica opuesta a los anteriores.
LOS AUTORES DEL 98
Miguel de Unamuno
(Bilbao, 1864- Salamanca, 1936) fue un escritor muy prolífico.
Escribió en todos los géneros: ensayo, novela, poesía y teatro. Y
en todos desarrolló el tema que marcó su obra: la vida humana
después de la muerte. Esta cuestión le tuvo obsesionado desde
joven. Se negaba a aceptar la existencia de Dios, pero por otro lado
quería creer en su existencia como solución al problema. Encontró
la respuesta en la literatura pues, para Unamuno, el escritor no
muere del todo sino que revive con cada nueva lectura y a través de
los personajes que ha creado.
Repasemos
brevemente su creación.
El
ensayo, lo usó para desarrollar el tema existencial: el sentido de
la vida y la inmortalidad del alma, la relación hombre-Dios, y entre
el hombre y el mundo. Sus obras destacadas fueron, Del sentimiento
trágico de la vida (1913), (en cuanto a la problemática española:)
En torno al casticismo y Vida de Don Quijote y Sancho.
La
poesía era su ocupación preferida. Se trata de una poesía
reflexiva y centrada en los mismos temas antes señalados, como el
sentido de la vida, la existencia de Dios, el paisaje y el tema de
Espada. La forma de su poesía tuvo varias etapas, de modo que
evolucionó desde el desprecio por la rima y la medida hasta una
poesía melódica de rima marcada y métrica clásica. Entre sus
libros destacan El Cristo de Velázquez (1920) y Romancero del
destierro (1928).
La
novela, se centra en los mismos temas y la técnica novelesca mezcla
la novela y el ensayo. En cualquier caso, son obras de poca acción,
con personajes al servicio de las ideas las cuales son el objeto de
atención de la obra. Destacamos Niebla (1914), Abel Sánchez, La tía
Tula y San Manuel Bueno, mártir (1933).
El
teatro, siempre le atrajo y deseó triunfar como dramaturgo, pero el
exceso de reflexión y parlamento de sus diálogos dramáticos se lo
impidieron. Además, se mantuvo al margen del teatro de moda en la
época lo que explica la fría recepción del público. Hoy en día
su teatro (carente de acción) sigue siendo pesado para el
espectador. Destacan, Fedra, El otro, Soledad y Raquel.
José
Martínez Ruiz “Azorín” (Moguer-Alicante 1873 – Madrid,
1967) Se dedicó al periodismo casi toda su vida. Desde 1904 usó el
seudónimo de Azorín. A él se debe el nombre de Generación del 98,
por un artículo suyo publicado en 1907.
Durante
la guerra civil se exilió en Francia y regresó pasada la contienda
para vivir en Madrid
Azorín
escribió novela, teatro y sobre todo ensayo (como ya hemos dicho, la
mayor parte de ellos escritos en prensa).
En
sus ensayos se centra sobre estampas de la vida española (La ruta de
Don Quijote) y en la crítica literaria (Al margen de los clásicos).
El tema de fondo, en todos estos ensayos como de su novela y teatro,
es el paso del tiempo. De cómo el paso del tiempo destruye la vida y
angustia al hombre.
Su
novela más conocida es La voluntad (1907), y otras que destacan son
Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo. Empleó
el autor para escribirlas un estilo muy personal, cercano a la
abstracción. El estilo es quizá el aspecto más destacado de su
prosa: Azorín prefiere la frase breve y precisa, las descripciones
mínimas, expresionistas; empleando el mínimo de recursos para decir
lo máximo posible.
Antonio
Machado.
Nació
en Sevilla en 1875. A los ocho años se instala en Madrid. En 1907 se
va a Soria como profesor de francés. Allí se casa con Leonor, una
muchacha de 16 años (el tiene 32). Pasan un año en Paris, pero ella
enferma de tuberculosis. Muere en 1911 y Antonio, desesperado, deja
Soria. Continúa su labor como profesor en Baeza, Segovia y Madrid.
Durante la Guerra Civil (1936-39) es partidario de la República.
Antes de finalizar la guerra, en enero de 1939, se exilia a Francia,
donde muere un mes más tarde.
Machado
es el poeta más destacado de la generación:Su poesía tiene la
influencia del romanticismo tardío (Bécquer y Rosalía de Castro),
el modernismo y el simbolismo.
Su
obra
Conviene
recordar que aunque escribió dos destacados ensayos en prosa: Juan
de Mairena y Abel Martín (en los que expone sus meditaciones
filosóficas por medio de estos alteregos), Machado fue
principalmente un poeta. Su primer libro es Soledades, que se publica
en 1903 y se amplía en 1907 con el título de Soledades, Galerías y
otros poemas. Son poemas de estilo heredero aún del Modernismo,
con mezcla del Simbolismo y el romanticismo de Bécquer y Rosalía de
Castro.
En
1912 publicó su gran libro: Campos de Castilla. Una obra que toca de
lleno las preocupaciones que señalábamos como destacadas para la
generación del 98: la preocupación por el atraso sociopolítico de
Espada, Dios y la existencia humana, y, por supuesto, el paisaje
castellano que se identifica con los sentimientos del poeta y le
sirve además de inspiración.
En
su última época destaca su tercer libro Nuevas canciones (1924).
Hay en él paisajes, poemas de circunstancias, etc., pero lo más
curioso son unos nuevos Proverbios y cantares, poemas brevísimos que
muestran las preocupaciones filosóficas de Machado
Antonio
Machado evolucionó desde una lírica inspirada en el Modernismo
hasta alcanzar una voz propia con Campos de Castilla. Su última
etapa coincide en el tiempo con la poesía deshumanizada de la
Generación del 27, que él rechazó siempre. Para Machado la poesía
está unida al sentimiento y al conflicto humano, como decía: “la
poesía es palabra en el tiempo”.
Pío
Baroja
Pío
Baroja y Nessi (1872- 1956), hijo de un ingeniero de minas, estudió
medicina en Madrid y trabajó como médico de provincias en su
juventud. Hombre de gran cultura, se interesó por temas tan diversos
como la ciencia, la filosofía y, claro está, la literatura. Como la
mayoría de los escritores de la Generación del 98, es autodidacta
en su formación literaria. Todas estas inquietudes junto con su
pasión por los viajes se verán reflejadas en su obra literaria.
Baroja
está considerado el mejor novelista de su generación, además de
uno de los mejores novelistas españoles de todos los tiempos. Es el
creador de un nuevo estilo narrativo, de difícil sencillez. En sus
textos predomina la frase breve, el lenguaje coloquial y sin adornos.
Su
Obra
Su
producción es enorme. Cerca de 100 volúmenes entre novelas (66),
ensayos (9), autobiografías, cuentos, teatro (2) y hasta un libro de
poemas.
Las
novelas. Solía agrupar sus novelas en trilogías. De este modo
llegó a acumular 10 trilogías de tema muy variado: aventura, tema
social, filosófico, autobiografía, existencial, etc… Su obra
novelesca se divide en 3 etapas:
1)
de 1902 a 1912. En esta etapa escribe lo mejor de su producción.
Las novelas más destacadas de esta etapa son las agrupadas en la
trilogía La Lucha por la vida (donde destaca la obra La busca,
1903), Las inquietudes de Shanti Andía, 1911 (novela de aventuras),
Zalacaín el aventurero (también aventuras) y El árbol de la
ciencia (1911).
En
esta primera etapa ya se fijan los motivos temáticos y los
personajes típicos de sus novelas.
En
cuanto a los temas destacan los de tipo social y político (La busca)
o filosófico-existencial (EL árbol de la ciencia), junto con la
revisión histórica y la aventura.
Respecto
a los personajes, los hay de dos tipos:
a)
pasivos: son personajes reflexivos, tristes y pesimistas. Normalmente
reflejan la forma de pensar del autor, o sea, son escépticos, no
creen que se pueda mejorar la vida, en definitiva, no creen en el
“regeneracionismo” que caracteriza a los autores del 98. Acaban
derrotados por la sociedad (como Andrés Hurtado en El árbol de la
ciencia).
b)
los activos: personajes aventureros, guerreros o trabajadores
intrépidos que actúan sin pensar en las consecuencias, como
Zalacaín o Shanti Andía (algunos de sus héroes de acción). Estos
personajes son lo que el propio autor deseó ser (un hombre de
acción) pero que solo logró alcanzar por medio de la imaginación
literaria, pues tuvo una existencia rutinaria y tranquila de
escritor.
2)
de 1913 a 1936. No hay innovaciones técnicas importantes. Lo más
destacado son las Memorias de un hombre de acción (22 volúmenes).
Son novelas históricas que abarcan todo el siglo XIX y principios
del XX.
3)
de 1936 a 1956. Es la etapa de declive como escritor, Baroja ya es
mayor, su imaginación no da para más. Destaca su autobiografía:
Desde la última vuelta del camino (1944-49)
Ramón
María del Valle –Inclán.
Ramón
María de Valle-Inclán (o Ramón Valle Peña) nace en Villanueva de
Arosa en 1866. Su carrera empieza con los estudios de Derecho que
pronto deja para seguir su espíritu aventurero marchándose a
México. A su regreso en 1893 empieza en Madrid una vida de escritor.
En
1907 se casa con Josefina Blanco y tiene una hija. En 1916 enseba en
la cátedra de Estética en la escuela de Bellas Artes en Madrid, muy
pronto deja este empleo para dedicarse completamente a la literatura.
En 1933 se separa de su mujer y su salud empeora. Es nombrado por la
República director de la Academia Española en Roma, pero pronto se
retira a Santiago de Compostela (1935) y en enero de 1936 muere.
Uno
de los mejores escritores de la generación, sino el mejor. Empezó
con novela modernista. Escribe entre 1902 y 1905 las Sonatas, cuatro
novelas breves que recogen las aventuras y amores del marqués de
Badomía con una prosa rítmica, rica en efectos sensoriales,
elegante y bellísima como la poesía modernista. Después, el estilo
de sus novelas, como el de su teatro, es grotesco y esperpéntico. De
su segunda etapa (desde 1920) destacan: La corte de los milagros
(ambientada el reinado de Isabel II) y, sobre todo, Tirano Banderas
(una de las mejores novelas españolas del s. XX), un precedente de
las novelas de dictador.
Su
obra teatral
Valle-Inclán
es un autor de teatro que hoy llamaríamos alternativo y que en su
época fue poco entendido o impopular. Fue demasiado avanzado para su
momento. Realmente el teatro de Valle se adelantó muchos años al
teatro español y europeo, y se relaciona directamente con el teatro
de vanguardia de los años 50 del siglo XX
Valle
Inclán escribió obras de imposible representación escénica para
el momento de su estreno: Águila de blasón, Romance de lobos, Cara
de plata, llamadas por su autor Comedias bárbaras, así como su
teatro del Esperpento (subgénero dramático inventado por él).
El
conjunto de su obra dramática y novelística es uno de los mayores
logros de la literatura española de todos los tiempos.
Evolución
de su obra.
La
evolución de la obra de Valle- Inclán está en relación con su
evolución ideológica y personal.
a)
Modernista. Sus primeros textos siguen la estética modernista.
Lenguaje elaborado, elitismo de clase en sus personajes, lugares
exóticos y ambiente aristocrático.
b)
Mítico. Hacia la década de 1910 se anuncia el cambio con obras
como la teatral Farsa y licencia de la reina castiza (1909); y las
obras más representativas son las Comedias Bárbaras (1907-1908).
Son de ambiente mítico, en un paisaje convertido en legendario
aunque se ambientan en Galicia y los personajes son primarios,
funcionan por instintos.
c)
EL Esperpento. Desde 1920 se inicia su ciclo más importante. Es la
etapa más original de su creación: el esperpento. Una visión
deformada y grotesca de la vida y la literatura españolas. con el
fin de criticar o satirizar. El esperpento se caracteriza por la
degradación, animalización o cosificación de los personajes; el
uso de: coloquialismos, gitanismos, y de un lenguaje popular y
desgarrado; lugares feos y de mala reputación como los bares,
burdeles, casinos de juego y callejones oscuros; la presencia de la
muerte; y el empleo excesivo de contrastes.
De
estética esperpéntica es su novela más importante: Tirano Banderas
(1926). En teatro, podríamos decir que Divinas Palabras está a
medio camino entre su producción anterior y las esperpénticas:
Luces de Bohemia, 1920-1924 (su obra más importante) y los tres
esperpentos recogidos bajo el nombre de Martes de Carnaval (La hija
del capitán [1927], Las galas del difunto [1926] y Los cuernos de
Don Friolera [1921])
Aquí
os dejo el enlace a una presentación muy sencilla sobre el tema.
Un
tema más completo para profundizar en el estudio del Modernismo y el
98
GENERACIÓN
DE FIN DE SIGLO: MODERNISMO Y 98
1.
El mundo a principios del siglo XX
Los
avances en la ciencia, en la industria, en los transportes y en las
comunicaciones hicieron que Europa disfrutara hacia 1900 de un nivel
de vida mucho más alto que en 1800. Este desarrollo tuvo como
consecuencia un gran crecimiento de las ciudades. Los países
europeos más poderosos controlaban además las materias primas y el
comercio en el resto del planeta. Por el poder mundial competían
Inglaterra, Francia, Alemania y un país en ascenso: Estados Unidos.
Las disputas entre todos ellos condujeron a la Primera Guerra
Mundial.
En
España, se produjo a fines del siglo XIX el llamado Desastre de
1898, cuando la derrota militar frente a los Estados Unidos acabó
con los últimos restos del antiguo imperio español (Cuba, Puerto
Rico y Filipinas).
Durante
los primeros años del siglo XX el sistema político de la etapa
anterior continuó inalterado, esto es, el Partido Liberal y el
Partido Conservador siguieron turnándose en el poder, sin que
hubiera apenas diferencia entre sus políticas.
La
sociedad estaba dominada por una oligarquía integrada por nobles
terratenientes y por la alta burguesía financiera; era un bloque
social conservador que no sólo controlaba la economía, sino también
las elecciones (recordamos aquí el caciquismo). Por debajo se
hallaba la pequeña burguesía, que se sentía marginada por el
bloque dominante pero que a la vez temía al proletariado; la
mentalidad de estas clases medias solía ser reformista; de ellas
surgieron intelectuales y escritores disconformes, a veces
revolucionarios. En último término encontramos a la clase obrera
(el proletariado de las zonas industrializadas y las masas de los
campesinos), que soportaba durísimas condiciones de vida; en ellos
prendieron las ideologías revolucionarias con sus organizaciones
sindicales de carácter socialista y anarquista.
2.
La literatura a principios del siglo XX
Desde
finales del siglo XIX surgen en Europa y América corrientes de ideas
de tipo disidente o inconformista. En las Artes y en las Letras
cunden impulsos renovadores frente a las tendencias vigentes.
En
España, las ansias de renovación se producen en medio de la
decadencia política y el marasmo social. Muchos de los escritores
jóvenes abominan de la realidad que ven en torno y se alzan contra
la literatura inmediatamente anterior.
Al
principio se llamó modernistas a todos los escritores animados por
tales impulsos innovadores; aunque adoptaron variadas posturas
estéticas e ideológicas, todos ellos coincidían en su actitud
rebelde frente a los valores burgueses, en su rechazo al materialismo
y la deshumanización del mundo capitalista. Pero con el tiempo, el
término modernista se fue reservando para designar a aquellos
autores (especialmente poetas) que se despegaron del mundo que
aborrecían y encauzaron su inconformismo hacia la búsqueda de la
belleza, de lo exquisito; se proponían ante todo una renovación
estética. Y, al mismo tiempo, se creó la etiqueta de Generación
del 98 para aquellos autores españoles (especialmente prosistas) que
se orientaban más bien a profundizar en problemas humanos o a
analizar críticamente la penosa realidad española.
3.
El Modernismo
La
concepción más restringida del concepto de Modernismo considera a
este como un movimiento literario que se desarrolla aproximadamente
entre 1885 y 1915. Tiene su cuna en Hispanoamérica y su principal
impulsor y máximo representante es el escritor nicaragüense Rubén
Darío.
En
España, el Modernismo conoce dos fases: el Modernismo polémico y el
Modernismo domesticado. El primero comienza aproximadamente en 1892,
con la llegada de Rubén Darío a España, y se extiende hasta 1904;
esta es su época de esplendor. Después, cuando los autores
modernistas ya ocupan un lugar central en el mercado editorial,
atenúan la actitud provocadora y combativa que los había
caracterizado en la primera etapa.
Como
movimiento estético, el Modernismo de esta época se relaciona con
el mundo de la bohemia, que implica un rechazo de las normas sociales
y morales, la automarginación, el gusto por la provocación y, sobre
todo, el desprecio de la vulgaridad y la mediocridad..
Las
figuras más características del Modernismo en España son Manuel
Machado, Villaespesa y Marquina. Ahora bien, hay tres importantes
autores que estuvieron inicialmente en la órbita del Modernismo,
pero que luego desbordaron sus cauces: Valle-Inclán, Antonio Machado
y Juan Ramón Jiménez.
3.1.
Influencias
El
Modernismo hispánico se halla fuertemente influido por la literatura
francesa, en concreto por dos movimientos de la segunda mitad del
siglo XIX: el Parnasianismo y el Simbolismo.
.
El Parnasianismo está representado por poetas como Théophile
Gautier o Leconte de Lisle. Los parnasianos defienden el ideal de el
arte por el arte, instauran el culto a la perfección formal y
pretenden construir una poesía serena, equilibrada (frente a la
vehemencia romántica). Len gustan temas que serán después
típicamente modernistas: la mitología griega, el exotismo oriental,
las civilizaciones antiguas...
.
El Simbolismo es una corriente que arranca de Baudelaire y se
desarrolla con Verlaine, Rimbaud y Mallarmé. Los simbolistas no se
contentan con la belleza externa ni con la perfección formal (aunque
no las desprecien), sino que quieren ir más allá de las
apariencias. Para ellos, la realidad sensible encierra
significaciones profundas y la misión del poeta es descubrirlas; se
sirve, para ello, de símbolos, esto es, de imágenes físicas que
sugieren algo no perceptible físicamente (una idea, un
sentimiento...). Se trata, en suma, de una poesía que se propone
sugerir todo cuanto está oculto en el fondo de las cosas. A este
arte de la sugerencia no le convienen ya las formas escultóricas,
cinceladas, que perseguían los parnasianos, sino un lenguaje
musical.
También
se advierten en los modernistas huellas de la literatura española,
fundamentalmente de los poetas postrománticos: Bécquer y Rosalía
de Castro.
3.2.
Temas
La
temática del Modernismo apunta en dos direcciones:
1
la que atiende a la exterioridad sensible (lo legendario y lo
pagano, lo exótico, lo cosmopolita) y
2
la que apunta a la intimidad del poeta, con su vitalismo y su
sensualidad, pero también con su melancolía y angustia. Pues bien,
a partir de este último aspecto puede explicarse la unidad temática
de la literatura modernista.
3.
1. Desazón “romántica”. Son notables las afinidades de talante
entre románticos y modernistas: vemos análogo rechazo de una
sociedad en la que no encuentra lugar la poesía y parecida sensación
de desarraigo y de soledad. La melancolía (a veces, la angustia) es
un sentimiento central. Es sintomático de este talante la presencia
de lo otoñal, lo crepuscular, la noche.
Además,
la crisis espiritual que alimenta a los modernistas les lleva a
exaltar por encima de la razón las pasiones y lo irracional; el
misterio, lo fantástico y el sueño vuelven a poblar los poemas.
3.2.
Escapismo. Como el romántico, el modernista se evade del mundo con
el que está en desacuerdo. Hay una evasión en el espacio (se trata
del conocido exotismo de la literatura modernista, cuya aspecto más
notorio es el gusto por lo oriental). Y hay también una evasión en
el tiempo (hacia el pasado medieval, renacentista, dieciochesco) que
es fuente de evocaciones históricas o legendarias. En la misma línea
se sitúa el gusto por la mitología clásica, con su brillantez y su
sensualidad pagana.
De
acuerdo con tales preferencias, aparecen por los poemas dioses,
ninfas y centauros; vizcondes y marquesitas; Pierrots y Colombinas;
mandarines y odaliscas. Es un mundo de pagodas, de viejos castillos,
de salones versallescos y de jardines perfumados; un mundo con cisnes
y libélulas, flores de lis y flores de loto, marfil, jades y perlas
Todo ello obedece a la necesidad de soñar mundos de belleza en los
que refugiarse de un ambiente mediocre.
3
3. Cosmopolitismo. Es un aspecto más de la necesidad de evasión,
del anhelo de buscar lo distinto. Ese cosmopolitismo desemboca, sobre
todo, en la devoción por París, inspiradora de muchos versos
modernistas.
3.4.
Amor y erotismo. Se advierte un contraste entre un amor delicado y un
intenso erotismo: así, por un lado, encontramos muchas
manifestaciones de un amor ideal, imposible, acompañado casi siempre
de melancolía; por otro, vemos también numerosas muestras de un
erotismo desenfrenado, que unas veces pueden interpretarse como un
desahogo vitalista ante las citadas frustraciones y que en otros
casos enlazan con las actitudes asociales y amorales características
del espíritu modernista.
3
5. Los temas americanos y lo hispánico. Hay también en el
Modernismo hispanoamericano un cultivo de temas indígenas. Al
principio es una manifestación más de la evasión hacia el pasado y
sus mitos, pero más tarde obedece al anhelo de buscar las raíces de
una personalidad colectiva. Y esa misma búsqueda de raíces explica
la presencia de los temas hispánicos en ese periodo.
4.
La estética modernista. El lenguaje y la métrica
El
Modernismo profesa un culto casi religioso a la Belleza. La poesía
se considera el arte supremo y se concibe como la búsqueda de la
armonía, de lo absoluto. Las principales características son las
siguientes:
4
1. Literatura de los sentidos. Los poetas pretenden sugerir con las
palabras las sensaciones que otras artes consiguen a través del
sonido, el color o la luz. Por ello aluden frecuentemente a
instrumentos musicales (arpas, liras, flautas) o a colores, sea
directamente, sea por medio de objetos preciosos (azul, violeta,
rubí, zafiro); o recrean olores exquisitos, generalmente insinuados
por medio de flores y plantas (nardos, jazmines, sándalo).
Observamos
dos direcciones: la de la brillantez y los grandes efectos y la de lo
delicado y delicuescente. Así ocurre con los efectos sonoros:
encontramos desde los acordes rotundos (la voz robusta de las trompas
de oro) hasta la musicalidad lánguida (iban frases vagas y tenues
suspiros / entre los sollozos de los violoncelos); o, también, con
los efectos plásticos: desde lo brillante (amor lleno de púrpuras y
oros) hasta lo tenuemente matizado (diosa blanca, rosa y rubia
hermana).
4
2. Recursos estilísticos. Los modernistas se sirven de todos
aquellos recursos que se caracterizan por su valor ornamental o su
poder sugeridor.
Los
frecuentes recursos fónicos responden al ideal de musicalidad: así,
los simbolismos fonéticos (las trompas guerreras resuenan), la
armonía imitativa (está mudo el teclado de su clave sonoro) o la
simple aliteración (bajo el ala aleve del leve abanico).
El
léxico se enriquece con cultismos, neologismos, vocablos exóticos,
acumulación de palabras esdrújulas, adjetivación ornamental, etc.:
unicornio, gobelinos, pavanas, ebúrneo cisne, sensual
hiperestesia...
La
preeminencia de lo sensorial se manifiesta en el abundante empleo de
sinestesias: verso azul, risa de oro, sones alados, sol sonoro...
Destaca
asimismo la riqueza de imágenes: Nada más triste que un titán que
llora, / hombre montaña encadenado a un lirio; la libélula vaga de
una vaga ilusión; y la carne que tienta con sus frescos racimos...
4
3. Variedad métrica. Se experimenta con estrofas, versos, acentos y
rimas en la búsqueda incesante de originalidad y ritmo musical.
Típicos versos modernistas son los alejandrinos, los dodecasílabos,
los eneasílabos y también los versos libres. En cuanto a las
estrofas, predominan los sonetos más diversos, las silvas, los
serventesios y, dado el interés por la lírica popular de muchos de
estos poetas, las coplas, seguidillas, romances y cuartetas.
EL
MODERNISMO A TRAVÉS DE LOS TEXTOS.
TEXTO
1. MANUEL MACHADO
Lee
atentamente el siguiente poema de Manuel Machado
OCASO
Era
un suspiro lánguido y sonoro
la
voz del mar aquella tarde… el día,
no
queriendo morir, con garras de oro
de
los acantilados se prendía.
Pero
su seno el mar alzó potente,
y
el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió
en las olas la dorada frente,
en
una brasa cárdena deshecho.
Para
mi pobre cuerpo dolorido,
para
mi triste alma lacerada,
para
mi yerto corazón herido,
para
mi amarga vida fatigada…
¡el
mar amado, el mar apetecido,
el
mar, el mar, y no pensar en nada…!
1.
Explica con tus palabras cuáles son los temas del modernismo que
podemos encontrar en la poesía que has leído.
2.-
Investiga cuáles son los aspectos personales y literarios más
importantes de la vida de Manuel Machado.
3.
¿Cuál es el tema principal del poema?
4.-
¿Qué te sugiere?
5º
Realiza la métrica del poema.
La
Generación del 98
La
denominación Generación del 98 alude a un grupo de escritores que,
en su juventud, expresaron su profundo desagrado ante la sociedad de
la Restauración y proclamaron la necesidad de una regeneración
social, cultural y estética.
Se
inspiran en pensadores reformistas más que en literatos. Parten de
la actitud crítica y evolucionan hasta centrarse en la reflexión
sobre la sociedad española, y, para entender el « alma » de
España, se interesan por los orígenes históricos y literarios de
Castilla.
Al
mismo tiempo, reflejan el pesimismo existencial y el subjetivismo
característico de la época (crisis del positivismo), uno de los
temas más destacado fue la pérdida de las últimas colonias
españolas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
El
género preferido del grupo es el ensayo, y les preocupa lograr un
estilo personal, alejado de la afectación y el casticismo.
1.
Nómina del 98
Se
denomina Generación del 98 a un conjunto de escritores españoles
que nacen a la vida literaria en los últimos años del siglo XIX y
el despuntar del siglo XX y que se define por una coincidencia, en el
espacio histórico de un decenio, de localización geográfica,
frecuentaciones sociales, influencias, actividades profesionales e
intelectuales, inquietudes y, sobre todo, temática y enfoque de la
misma. El grupo está integrado por Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu
y, con las matizaciones que se verán después, Antonio Machado y
Valle-Inclán.
El
98 es el año de la derrota de España en la guerra con Estados
Unidos. La liquidación de lo que fue un gran imperio hace que se
tome conciencia de la debilidad del país, se analicen sus causas y
se busquen soluciones. Es lo que harán los noventayochistas, pero
había antecedentes.
2.
Precursores: los regeneracionistas y Ganivet
Se
llama regeneracionistas a un conjunto de pensadores que ya desde años
antes del 98 propugnaban medidas concretas para la regeneración del
país. Intentaban combatir el caciquismo, aconsejar obras que
pudieran enriquecer a campesinos y obreros, trabajar a favor de la
educación y la orientación profesional, y luchar contra el
ruralismo, el aislamiento y la cerrazón a Europa, en la que veían
modelos de progreso. Entre los regeneracionistas destaca
especialmente Joaquín Costa.
Ganivet,
en su Idearium español, había analizado los rasgos del alma
española, las glorias pasadas, los males contemporáneos y la
necesidad de una renovación espiritual, asentada, eso sí, en las
tradiciones profundas.
Las
ideas de los regeneracionistas y de Ganivet hallaron eco en los
miembros de la Generación del 98.
3.
Evolución
La
Generación del 98 no forma un bloque monolítico: es preciso atender
a su evolución.
3.1.
La juventud del 98
Antes
de 1900, la labor de Unamuno, Maeztu, Azorín y Baroja se emparenta
con movimientos políticos revolucionarios: aunque procedentes de la
pequeña burguesía, adoptan un izquierdismo radical.
Es
distinto el caso de Valle y de Machado. El Valle-Inclán de 1900 es
ideológicamente tradicionalista ( y estéticamente modernista).
Machado no se dará a conocer hasta 1903, con Soledades, un libro de
poesía intimista; sus ideas progresistas de entonces no pasan
todavía a su obra.
3.2.
El grupo de los Tres
Componen
este grupo Azorín, Baroja y Maeztu. En 1901 publican un Manifiesto
en el que diagnostican la descomposición de la atmósfera espiritual
del momento, el hundimiento de las certezas filosóficas, de los
dogmas... Se observa entre los jóvenes un vago ideal altruista de
mejorar la vida de los miserables. Lo que necesitan, es encontrar
algo que canalice esa fuerza. Pero no confían en las doctrinas
políticas. Piensan que sólo una ciencia social puede poner al
descubierto todas las llagas sociales y estudiar soluciones.
Como
vemos, los Tres han abandonado las ideas revolucionarias anteriores y
se han aproximado más al reformismo de los regeneracionistas.
La
campaña fue un fracaso y el episodio los condujo a un desencanto
total. Y en ese desengaño de la acción concreta les había
precedido Unamuno, quien en el año del Manifiesto confiesa que ya no
le interesan demasiado los asuntos económico-sociales; lo que le
preocupan ahora son los problemas espirituales del pueblo.
3.3..
La madurez del 98
Los
escritores adoptan unas posiciones fuertemente personales, lejos del
común radicalismo juvenil. No obstante, queda en todos ellos la
lucha por algo que no es lo material, es decir, un anhelo idealista.
Presentan, además, otros rasgos comunes:cierto irracionalismo
neorromántico (coinciden en ello con los modernistas); una especial
preocupación por las cuestiones existenciales (el sentido de la
vida, el destino del hombre...); un enfoque subjetivo del problema de
España, es decir, una mirada empañada por los anhelos y angustias
personales; además, lo que les preocupa ahora no son tanto los
problemas materiales concretos como el “alma” del país (sus
valores, sus creencias).
La
evolución ideológica de los autores es curiosa. Unamuno se
debatiría toda su vida entre contradicciones y luchas íntimas.
Baroja se recluye en un escepticismo radical. Azorín derivó hacia
posturas conservadoras. Finalmente, Maeztu se convierte en un
portavoz de las derechas lindantes con el fascismo.
Ahora
podemos apreciar el signo inverso de las trayectorias de Antonio
Machado y Valle-Inclán. Machado, en Campos de Castilla (1912),
incorpora por fin preocupaciones noventayochistas; pero pronto las
desborda y avanza hacia posiciones que lo distancian de los típicos
hombres del 98. Valle, hacia 1917, pasa de su tradicionalismo inicial
a un progresismo a veces muy radical. Por tanto, igual que Machado,
está en un plano muy distinto del que por entonces ocupaban los
cuatro primeros noventayochistas estudiados.
4.
Temas del 98
4.1
El tema de España es central. Los noventayochistas nunca abandonaron
su intensa preocupación por el país. Rechazan el ambiente político
del momento y denuncian, sobre todo en su juventud, el espíritu de
la sociedad: su ramplonería, su apatía, su parálisis... En cambio,
exaltan, especialmente en su madurez, una “España eterna y
espontánea” ; de ahí su interés por el paisaje y la vida de
los pueblos y por lo que hay de permanente en su historia.
Las
tierras de España fueron recorridas y descritas por ellos con dolor
y con amor: junto a una mirada crítica que descubre la pobreza y el
atraso, encontramos, cada vez más, una exaltación lírica de los
pueblos y el paisaje; sobre todo de Castilla, en la que ven la
médula de España. Su atracción por lo austero de las tierras
castellanas inaugura una nueva sensibilidad, una estética de la
pobreza.
Por
lo que respecta a la historia, si al principio rastreaban en el
pasado las raíces de los males presentes, cada vez más bucean en
ella para descubrir los valores permanentes de Castilla y España,
sus “esencias”. Es muy significativo que, por debajo de la
historia externa (reyes, hazañas...), les atrajera lo que Unamuno
llamó la intrahistoria, es decir, “la vida callada de los
millones de hombres sin historia” que con su labor diaria ha hecho
la historia más profunda.
Por
último, en los hombres del 98 el amor a España se combina con un
anhelo de europeización, aunque acabarán reivindicando lo propio y
distintivo de nuestro país.
4.2
Las preocupaciones existenciales ocupan un lugar central en la
temática noventayochista. Hay que situarlas en la crisis de fin de
siglo. Encontramos en estos escritores ese malestar vital, esa
desazón “romántica” que vimos en los modernistas. Así, ellos o
sus personajes se interrogan sobre el sentido de la existencia
humana, sobre el tiempo, sobre la muerte, etc. Y son frecuentes los
sentimientos de hastío de vivir o de angustia.
4.3
Estrechamente vinculado con lo anterior está el problema
religioso. Los del 98 fueron agnósticos en su juventud. Baroja
se mantuvo en esta actitud toda su vida. Unamuno, en perpetua lucha
entre su razón y su sed de Dios, fue un temperamento profundamente
religioso, pero angustiado y fuera de la ortodoxia católica. Azorín
y Maeztu, en cambio, adoptaron con el tiempo posiciones católicas
tradicionales.
.5.
Estilo
Al
igual que los modernistas, los hombres del 98 reaccionaron contra la
grandilocuencia o el prosaísmo de la literatura anterior. Todos
ellos se propusieron renovar la lengua literaria, y aunque cada uno
posee un estilo fuertemente individualizado, encontramos algunos
rasgos comunes:
Cierto
ideal de sobriedad (contra el retoricismo), pero también un gran
cuidado de la forma (contra el prosaísmo).
Gusto
por las palabras tradicionales y terruñeras: ponen en circulación
un enorme caudal léxico que recogen en los pueblos o toman de los
clásicos, llevados de su amor a lo castizo y a las raíces
culturales españolas.
Un
fuerte subjetivismo, que se manifiesta en el tono lírico de muchas
de sus páginas; y de ahí que en sus visiones del paisaje sea
difícil separar lo visto de la manera de mirar.
Finalmente,
hay que destacar las innovaciones en los géneros literarios. Ante
todo, el grupo del 98 configuró el ensayo moderno, dándole una
flexibilidad que le permitiría recoger por igual la reflexión
literaria, histórica o filosófica, la visión lírica del paisaje,
la expresión de lo íntimo, etc.
En
cuanto a la novela, se abandonan las maneras de la prosa realista. Ya
no se pretende reflejar con exactitud la realidad, porque lo que
interesan son las experiencias subjetivas o los problemas de
conciencia. Eso explica el gusto por la sugerencia, por la
imprecisión, por la pincelada rápida que evoca los descrito, la
tendencia a lo inconcluso, etc. Y eso explica también que sea una
novela que admite profundas novedades técnicas, de manera que caben
en ella la rapidez impresionista y la andadura libre de Baroja, el
ritmo lento de Azorín, que rompe con la preeminencia de la fábula,
o la introspección y las distorsiones de la realidad de las novelas
de Unamuno.
Autores
Miguel
de Unamuno y Jugo
Nació
en Bilbao en 1864. Estudió Filosofía y Letras en Madrid y fue
catedrático de griego en la Universidad de Salamanca donde ejerció
muchos años como rector. A causa de su oposición a la Dictadura de
Primo de Rivera, fue desterrado a la isla de Fuerteventura. Regresó
en 1930 a Salamanca donde murió el 31 de diciembre de 1936.
Unamuno
es el escritor más representativo del 98 y todos sus compañeros de
Generación admiraron y respetaron su formidable y contradictoria
personalidad, la profundidad de su pensamiento y su estilo
apasionado.
Toda
su obra está llena de preocupación y problemática filosófica;
pero sin perder su valor literario. El autor siente una gran angustia
ante la muerte y un deseo de vida eterna que permita al hombre seguir
existiendo. El problema religioso y la búsqueda angustiada de Dios
son un tema constante en su vida y en su obra.
Su
estilo no tiene un claro propósito artístico; es seco, robusto y no
siempre elegante, pero extraordinariamente exacto e incitante. Le
interesa expresar su mundo interior y convencer a los lectores, por
ese orden. De ahí que su tono sea apasionado y que sus razonamientos
no estén ordenados, sino en un continuo movimiento de vaivén. Su
vehemencia hace que utilice cadenas de sinónimos como si con una
sola palabra no bastara para expresar todo su complejo y rico mundo
interior.
Su
producción literaria es muy extensa, utilizando todos los géneros
literarios:
La
novela es el género que utiliza para expresar sus propios problemas
personales como la sed de inmortalidad, el sentido trágico de la
vida y la lucha entre la razón y la fe. Destacan: La tía Tula, Abel
Sánchez, San Manuel Bueno, mártir, Niebla ala que puso como
subtítulo Nivola:.
El
término nivola aparece por primera vez como subtítulo de la
obra Niebla, del propio Unamuno. Con esta denominación, el escritor
quería expresar su rechazo hacia los principios dominantes en la
novela realista: la caracterización psicológica de los personajes,
la ambientación realista, la narración omnisciente en tercera
persona...
Las
características de una Nivola son:
-
Predominio de la idea sobre la forma
-.
Abundancia de diálogos.
-
Escaso desarrollo psicológico de los personajes
-
Escasa ambientación realista
-
Gestación "vivípara": en palabras del propio Unamuno, es
decir, un nacimiento apresurado y no precedido de una larga época de
preparación, documentación y planificación.
En
poesía deja ver su honda preocupación religiosa. El Cristo de
Velázquez, Teresa, Cancionero.
Ensayos
y artículos en los que Unamuno expone sus preocupaciones patrióticas
y el futuro del hombre más allá de la muerte. Vida de Don Quijote y
Sancho, Del sentimiento trágico de la vida, La agonía del
cristianismo.
Cuentos,
como los recogidos en el libro El espejo de la muerte.
Dramas.
Soledad, Raquel, El otro.
Azorín
Se
llamaba José Martínez Ruiz. Nació en Monóvar (Alicante) en 1873 y
vivió en Madrid dedicándose al periodismo y a la literatura. Pasada
su juventud vivió una vida tranquila sin hechos destacables y murió
en 1967.
Sintió
profundamente los problemas de España y centró su atención en
Castilla: sus pueblos, sus hombres, su paisaje y su pasado histórico
y literario.
Su
estilo es muy personal, llamando poderosamente la atención su arte
descriptivo. Es capaz de percibir los más mínimos e insólitos
detalles de la realidad. Se vale de una técnica impresionista muy
cercana a la utilizada por la pintura o por el cine, que consiste en
seleccionar unos cuantos detalles significativos de lo que quiere
describir para darnos, a través de ellos, la esencia íntima de la
realidad descrita.
Su
prosa, de estilo inconfundible, se caracteriza por una elegante,
primorosa y elaborada sencillez. La sintaxis es simple: frases
cortas, normalmente coordinadas o yuxtapuestas. El léxico, por el
contrario, tiene gran riqueza y precisión.
Novelas:
La voluntad, Antonio Azorín, Las confesiones de un pequeño
filósofo.
Ensayos:
Al margen de los clásicos, La ruta de Don Quijote.
Libros
de paisajes: Los pueblos, Castilla.
Teatro:
Old Spain, Lo invisible.
Pío
Baroja
Nació
en San Sebastián en 1872; murió en Madrid en 1956. Fue médico pero
abandonó su carrera para dedicarse a la literatura. Viajó mucho;
sin embargo, su vida fue bastante tranquila. Baroja fue un hombre
solitario, independiente y profundamente sincero. Su visión de la
realidad española es amarga y pesimista, lo cual se refleja en sus
obras, pero también se plasma su espíritu sensible lleno de humor
y, a veces, de ternura. Critica claramente los vicios que aquejan a
los españoles con una marcada intención reformista.
Aunque
nació en San Sebastián, la mayor parte de su vida transcurrió en
Madrid. Acabó la carrera de Medicina, aunque apenas ejerció un año
como médico, ya que se entregó por entero a la literatura. Realizó
frecuentes viajes por España y Europa y llevó una vida, en general,
tranquila. En 1935 fue nombrado académico de la Real Academia
Española.
Baroja
fue un hombre solitario, contrario a muchas cosas, pesimista radical,
ya que como él mismo afirmó: “la vida es esto: crueldad,
ingratitud, inconsciencia, desdén de la fuerza por la debilidad”.
Puede ser calificado como misántropo, ya que no cree en el ser
humano; lo considera cruel y egoísta. Pensaba que lo único que
justificaba la vida del hombre era la acción.
Se
entregó por entero al cultivo de la novela, concebida por él como
un cajón de sastre donde cabía todo; lo importante es la
naturalidad y la espontaneidad. En sus novelas aparecen anécdotas,
pensamientos del autor o episodios de la narración de una manera
constante. Baroja ha sido criticado precisamente por esto: parece que
improvisa a medida que va escribiendo, y se le ha achacado
despreocupación en cuanto a la construcción de la novela. De todos
modos, es indudable el mérito y la claridad que alcanza en su prosa,
compuesta de frases cortas y párrafos breves. Hay dos aspectos
fundamentales en sus novelas: las descripciones, breves pero
absolutamente concisas, y los diálogos entre los personajes,
auténticos y creíbles.
La
influencia de la novela realista del XIX es indudable sobre nuestro
autor. En sus obras aparecen personajes enfrentados por alguna razón
a la sociedad, que basan su vida en la acción y el movimiento.
Aparecen una gran cantidad de personajes secundarios que dan color a
la narración, además de contribuir al ambiente general de la
novela.
Agrupó
sus novelas en trilogías, aunque estas agrupaciones, en ocasiones,
son bastante arbitrarias ya que no hay relación entre las obras que
las integran:
La
trilogía titulada “Tierra vasca” incluye La casa de Aizgorri
(1900), El mayorazgo de Labraz (1903) y Zalacaín el aventurero
(1909). Esta última es una de las grandes novelas de Baroja. Narra
la vida de Martín Zalacaín, un muchacho de origen campesino que, a
través de múltiples aventuras, participa activamente en la guerra
carlista. Se han visto reminiscencias picarescas en esta novela, en
concreto podemos destacar la influencia de El Lazarillo de Tormes
(1554).
“La
raza” está formada por La dama errante (1909), La ciudad de la
niebla (1909) y El árbol de la ciencia (1911). El árbol de la
ciencia es una de las novelas más importantes de Baroja no sólo por
sus valores estéticos, sino también por los elementos
autobiográficos que encierra. Además, las preocupaciones de los del
98 aparecen claramente expresadas a través de su protagonista,
Andrés Hurtado.
Baroja
es el novelista de la Generación del 98 y su influencia en la novela
española del siglo XX es determinante a causa de la sobriedad de su
estilo y de sus extraordinarias dotes de creador.
Todas
las obras de Baroja pertenecen al género narrativo: novelas, cuentos
y narraciones cortas. Su estilo es vigoroso, dinámico y expresivo.
Irrespetuoso con las reglas gramaticales, no busca la corrección
sintáctica y léxica, sino la sencillez y la expresividad. Sus
personajes suelen ser rebeldes, arrojados e intrépidos en contraste
con su falta total de fe en el mundo y en la acción.
Escribió
sesenta y seis novelas además de otras narraciones. Entre ellas
destacan: La busca, Mala hierba, Aurora roja, La casa de Aizgorri, El
mayorazgo de Labraz, Zalacaín el aventurero, Camino de perfección.
Ramón
María del Valle-Inclán
Nació
en Villanueva de Arosa (Pontevedra) en 1866 y murió en Santiago de
Compostela en 1935. Después de una accidentada estancia en México,
paso la mayor parte de su vida en Madrid; aunque siempre estuvo
vinculado a su tierra gallega. Fue conocido tanto por el valor de su
obra literaria como por su extraña figura: largas melenas y barbas,
vestidos estrafalarios y gestos desmesurados de gran señor. Perdió
su brazo izquierdo en una pelea. Dirigió en Roma la Academia
Española de Bellas Artes.
Aunque
estudiamos a Valle-Inclán dentro de la Generación del 98, no mostró
ningún interés por muchos de los problemas ideológicos que
preocuparon a los hombres de su generación. Sus preocupaciones son
fundamentalmente estéticas.
Cultivó
todos los géneros literarios, pero destacó en la novela y en el
teatro. Demostró el magnífico dominio que poseía sobre los
recursos expresivos del idioma. Su estilo está marcado por dos
etapas bien diferenciadas. Las obras de la primera están escritas en
una prosa refinada y exquisita, llena de musicalidad y de sensaciones
de color. La segunda se caracteriza por una visión pesimista de la
realidad, que se expresa a través de un lenguaje desgarrado y de un
humor deformante. Crea los esperpentos: obras en las que deformaba
sistemáticamente la realidad mediante la creación de personajes
grotescos que se mueven en ambientes raros y sorprendentes.
RASGOS
MÁS DESTACADOS DEL ESPERPENTO:
– Mezcla
en una misma escena de lo cómico y lo serio, lo estrafalario y lo
trágico.
– Caricaturización
de los personajes, mostrados como títeres.
– Muñequización
o cosificación de los seres humanos.
– Presencia
de animales en sus escenas, creando momentos absurdos.
– Deformación
de la realidad y gusto por lo grotesco.
– Intención
satírica y burlesca.
– Crítica
social y política de la realidad española de su tiempo.
– Importancia
del diálogo para conocer a los personajes.
– Acotaciones:
están muy detalladas y se parecen a las de un guión
cinematográfico. En ellas se mezclan expresiones del habla popular
con un lenguaje de lo más refinado, abundante adjetivación y muchas
veces se omite el verbo.
CLASIFICACIÓN
DE LAS OBRAS DE VALLE
Sus
obras de la primera etapa:
-
Novelas: Las cuatro Sonatas, Los cruzados de la causa, El resplandor
de la hoguera, Gerifaltes de antaño.
-
Teatro: Águila de blasón, Romance de lobos.
-
Poesía: El pasajero.
A
la segunda etapa pertenecen:
-
Novelas: Tirano Banderas.
-
Teatro: Luces de bohemia.
-
Poesía: La pipa de Kif.
Antonio
Machado
Nació
en Sevilla en 1875; pero siendo aún muy pequeño se trasladó a
Madrid con su familia. Fue profesor de Francés en los institutos de
Soria, Baeza, Segovia y Madrid. Cuando vivía en Soria, se casó con
Leonor Izquierdo. Consiguió un beca para ampliar sus estudios en
París, pero tuvo que regresar a causa de la enfermedad de su esposa.
Su muerte causó en el poeta un gran dolor que marcó toda su vida.
Al estallar la guerra civil española, su espíritu liberal y
republicano hicieron que apoyara la causa del pueblo con su verso y
con su ejemplo. En los últimos días de la guerra, como tantos
otros, marchó a un pequeño pueblo de Francia llamado Collioure,
donde murió en 1939.
La
poesía de Antonio Machado gira en trono a tres temas principales: la
intimidad del poeta, el paisaje o mundo exterior a él y su amor por
Leonor, muerta al poco de casarse.
Su
mundo interior está hecho de recuerdos, añoranzas, ensueños
(mundos imaginarios creados por el deseo y la soledad); y por el
sentimiento del paso del tiempo.
El
paisaje es Castilla y es Andalucía, porque vivió en ambos lugares;
son las gentes castellanas, su historia pasada y su vida presente.
También es la realidad nacional vista con sentido crítico.
El
amor de su mujer hace que salga por algún tiempo de su soledad y
ensimismamiento. Pero vuelve a ellos cuando Leonor muere.
Sus
obras poéticas:
Modernista:
Con Soledades (1903), inicia Machado su andadura poética dentro de
los cauces del Modernismo, un modernismo intimista, alejado de los
adornos y exotismos de Rubén Darío.
Machado
trata temas modernistas como son los recuerdos de su infancia, los
sueños o el amor. A pesar de que el modernismo trata sobre todo de
obtener la belleza formal con el fin de evadirse de los problemas
sociales, desde sus comienzos Machado se distingue del resto de
autores dando a sus poemas un toque intimista con rasgos suyos tan
propios como la nostalgia o el tratar temas profundos en ambientes
superficiales.
Poesía
intimista: En 1907 publica Soledades, galerías y otros poemas, nueva
versión de la obra anterior, a la que añade 46 composiciones,
aunque suprime los poemas más modernistas del libro Soledades de
1903. Se trata de una poesía intimista, melancólica, que recibe la
influencia del Simbolismo.
Poesía
noventayochista: Campos de Castilla (1912). Los temas más utilizados
en esta etapa son: el paso del tiempo, tratado con la melancolía que
le supone ver pasar el tiempo y la añoranza de su infancia que tanto
le caracterizan. A través de Castilla, Machado demuestra el amor y
el dolor que siente por el país, pues considera que Castilla es la
esencia de España. Una España nueva, pues existe un buscado deseo
de europeización que se proclama desde sus versos. Otro tema es el
interés por el paisaje, fundido con expresiones personales. Soria
significa para Machado el descubrimiento de Castilla (su paisaje y
sus gentes) y desarrolla una poesía de corte noventayochista, mucho
más descriptiva. En ella refleja el paisaje castellano con el que se
identifica el alma del poeta y que le lleva a una reflexión
histórica, donde muestra su preocupación por el “problema de
España”, así como sus inquietudes filosóficas. En la segunda
edición de Campos de Castilla destacan los poemas dedicados a la
memoria de Leonor.
Poesía
filosófica: Nuevas canciones (1924). Junto a la influencia de la
poesía popular, desarrolla Machado su interés por la temática
filosófica e incluye una serie de composiciones dedicadas a Guiomar
Machado
utiliza en sus poemas gran cantidad de símbolos, cuyo significado es
imprescindible saber si se quiere interpretar sus poemas.
El
modernismo utiliza los símbolos para mostrar los secretos y
realidades ocultas del mundo, pero Machado, desde el principio
utiliza símbolos más profundos (como en un poema de Soledades,
donde habla de la plaza, que es alegre, abierta y acogedora para
referirse a la infancia; y de la calle como un lugar oscuro y
estrecho, refiriéndose a la madurez).
Algunos
de los símbolos que más utiliza son:
La
fuente, cuando quiere hacer referencia a sus anhelos e ilusiones.
Cuando
habla del camino quiere hacer referencia a la vida y a la búsqueda
de su sentido.
El
aire representa la libertad del ser humano.
El
símbolo del fuego simboliza la poesía amorosa.
La
Tierra la relaciona con una realidad solitaria, y la tarde representa
la melancolía y la nostalgia de tiempos pasados, así como una
pesimista premonición de la muerte.
El
espejo se interpreta como el lugar donde son proyectados los
recuerdos y los sueños
.
El jardín es un símbolo que Machado asocia a la intimidad que estos
trasmiten.
Otro
símbolo es el agua, reflejo del fluir temporal, de la vida anterior,
muerte.
El
reloj representa el tiempo real (no al tiempo psíquico del hombre).
La muerte supone la derivación lógica de sus inquietudes sobre el
tiempo.
Los
sueños son concebidos por Machado como la única forma de
conocimiento.
Finalmente,
Dios, el poeta busca a Dios, pero lo considera un sueño o un deseo,
algo muy bonito pero que no se acaba de creer ya que es agnóstico.
En
relación con el estilo empleado por Machado en sus obras, cabe
destacar: la variedad de estrofas, aunque muestra especial
predilección por el romance y la silva, además de los versos
dodecasílabos y alejandrinos. Además, emplea un lenguaje poético
depurado, sobrio y claro. Por último, todas sus obras se
caracterizan por la abundancia de lo que él denomina adjetivos
definidores..
También
escribió teatro: La Lola se va a los puertos; y prosa: Juan de
Mairena, Abel Martín.
Las ascuas de un crepúsculo
morado...
Las
ascuas de un crepúsculo morado
detrás
del negro cipresal humean...
En
la glorieta en sombra está la fuente
con
su alado y desnudo Amor de piedra,
que
sueña mudo. En la marmórea taza
reposa
el agua muerta.
A
UN OLMO SECO
Al
olmo viejo, podrido por el rayo
y
en su mitad podrido,
con
las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas
hojas verdes le han salido.
¡El
olmo centenario en la colina
que
lame el Duero! Un musgo amarillento
le
mancha la corteza blanquecina
al
tronco carcomido y polvoriento.
No
será, cual los álamos cantores
que
guardan el camino y la ribera,
habitado
de pardos ruiseñores.
Ejército
de hormigas en hilera
va
trepando por él, y en sus entrañas
urden
sus telas grises las arañas.
Antes
que te derribe, olmo del Duero,
con
su hacha el leñador, y el carpintero
te
convierta en melena de campana,
lanza
de carro o yugo de carreta;
antes
que rojo en el hogar, mañana,
ardas,
de alguna mísera caseta,
al
borde de un camino;
antes
que te descuaje un torbellino
y
tronche el soplo de las sierras blancas;
antes
que el río hasta la mar te empuje
por
valles y barrancas,
olmo,
quiero anotar en mi cartera
la
gracia de tu rama verdecida.
Mi
corazón espera
también,
hacia la luz y hacia la vida,
otro
milagro de la primavera.
ANTONIO
MACHADO Comentario de texto: Campos de Soria
(VIII)
He
vuelto a ver los álamos dorados,
álamos
del camino en la ribera
del
Duero, entre San Polo y San Saturio,
tras
las murallas viejas
de
Soria -barbacana
hacia
Aragón, en castellana tierra-.
Estos
chopos del río, que acompañan
con
el sonido de sus hojas secas
el
son del agua cuando el viento sopla
tienen
en sus cortezas
grabadas
iniciales que son nombres
de
enamorados, cifras que son fechas.
Álamos
del amor que ayer tuvisteis
de
ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos
que seréis mañana liras
del
viento perfumado en primavera;
álamos
del amor cerca del agua
que
corre y pasa y sueña;
álamos
de las márgenes del Duero,
conmigo
vais, mi corazón os lleva!
Campos
de Castilla.
RESUMEN DEL TEMA:
COINCIDENCIAS
ENTRE EL MODERNISMO Y LA GENERACIÓN DEL 98
Los
autores pertenecen al cambio de siglo y se reúnen en los cafés
literarios de Madrid.
Participaban
en actos sociales (homenaje a Larra) y en proyectos editoriales
comunes (revistas, prensa diaria, etc).
Critican
la Restauración.
Estilos,
ideas e intereses en común. Influencias europeas.
RASGOS
DEL MODERNISMO
Afán
de renovación de la literatura española y rebeldía hacia la
literatura anterior.
Prioridad
de la belleza y de la estética ante todo para evadirse de la
realidad.
Anteponen
la forma al contenido. Importancia de los sentidos.
Preferencia
por la poesía.
Los
poetas modernistas pretendieron sugerir con palabras las sensaciones
que otros artistas conseguían traducir con luces,sonidos…
En
sus poemas se alude a colores, efectos sonoros, olores…
El
léxico que utilizaron los poetas modernistas se enriqueció con
vocabulario exótico,cultismos, neologismos y términos que llaman la
atención.
Los
ambientes que utilizan son característicos por su valor simbólico y
evocador
Existían
personajes reales y mitológicos.
Gran
variedad métrica: experimenta con estrofas ,versos ,acentos y rimas,
buscando siempre la originalidad y ritmo musical.
RASGOS
DE LA GENERACIÓN DEL 98
Interés
por los viejos pueblos y paisajes españoles, así como sus
tradiciones y valores.
Rechazan
la literatura pomposa y adornada.
Lenguaje
rico, preciso y sencillo.
Obras
con contenido ideológico/político debido a la influencia de los
grandes conflictos sociales de su época y al Desastre del 98.
Preferencia
por el periodismo, las novelas, el ensayo y el teatro. (prosa)
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